- entré de nuevo en el cementerio, dirigiendome hacia el panteón de Drácula, en un momento pensé que hubiese sido mejor haber muerto, no tener una doble vida. Llegué al panteón, entré en el y cerré la puerta, cogí una de las antorchas y bajé por las escaleras, quería hablar con Drácula, saqué un antiguo libro de conjuros y recité uno, seguido, de mi talisman salió un alma, era la de Drácula:
- porqué me escogiste a mí?!!!- le pregunté muy enfadado.
- tu avaricia fue decisiva, si no hubieses cogido el colgante ahora no te habría pasado nada.- me contestó
- puede que cogiera el colgante, pero no era motivo para esta maldición.- asentí
- Tu fuistes el que ayudo a ese asqueroso de Van Helsing, gracias a tu actuación en esa pelea, yo morí, de una forma material, y para sobrevivir tuve que meterme en tu cuerpo.-